Casi 23 millones de años antes que nosotros, el océano estuvo a punto de sumergir un antiguo continente. En 2017, un grupo de geólogos anunció que la tierra, bautizada como Zealandia, se ajusta mejor a su descripción.
La mayor parte, alrededor del 94%, está ahora oculta bajo el agua. Sólo Nueva Zelanda y Nueva Caledonia, así como algunos islotes, permanecen en tierra firme. También se sabe que la corteza zelandesa es más fina que la de la mayoría de los demás continentes, pero más gruesa que la corteza oceánica. Se formó durante la desintegración del supercontinente Gondwana, cuando la litosfera se adelgazó y estiró.
Aunque en la actualidad Zealandia está oculta por las aguas oceánicas, los investigadores han determinado, a partir de esporas de polen de flora terrestre halladas a gran profundidad y de caparazones de fauna de aguas poco profundas, que la región fue antaño el hogar de numerosos animales y plantas.