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Al fin y al cabo, para hornear se necesita harina, y su seguridad se ve amenazada por los ratones. Si no tuviéramos peludos ayudantes en la batalla contra los roedores, no quedaría nada que hornear.
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Al fin y al cabo, para hornear se necesita harina, y su seguridad se ve amenazada por los ratones. Si no tuviéramos peludos ayudantes en la batalla contra los roedores, no quedaría nada que hornear.
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